lunes, 1 de junio de 2015

¿QUE ES EL BATLLISMO? IV REFORMISMO

D - REFORMISMO
E
l período comprendido entre 1903-1915, donde se desta­ca  la figura de Batlle, significó un cuestionamiento al sistema económico y social que había heredado el país del siglo pasado. Este tenía como pilar la propiedad privada, incluyendo el latifundio; el desarrollo económico se basaba en el crecimiento hacia afuera, siendo el instrumento las ventajas naturales.

Barrán y Nahum denominan "reformismo", aquella tenden­cia a promover el cambio más o menos radical de los modelos económicos sociales y mentales dominantes, sin recurrir a la violencia. Prefieren utilizar ese término al de "bat­llismo" por varias razones:

1 - En todo el período a estudiar (1903-1916) y más todavía en el que se analiza en ese Tomo (III), el batllis­mo no era aún un partido político organizado con autorida­des, lema y programa; tampoco, a no ser en los años finales (1914-16), un movimiento de masas.

Es así como a veces llamaron "batllistas" a los segui­dores del Presidente Batlle y Ordóñez en su primer período y a los que deseaban su retorno en 1911, pero en el mismo y estrecho sentido personalista que asumía el término cuando cada Presidente durante su período aglutinaba adherentes y fidelidades, que se debían tanto a sus dotes  de caudillo popular como al prestigio y la fuerza que emanaba del puesto ocupado. Así hubo un "herrerismo" bajo Julio Herrera y Obes, un "cuestismo". Fue en este limitadísimo sentido que llegó a autocalificarse en 1910 como "batllismo in partibus".

2 - Los que vivieron y escribieron entre 1905-1910, utilizaron por lo general el término "reformista" para designar a la corriente que luego se denominará "batllista". En los documentos analizados, mensajes presi­denciales, ministeriales, discursos parlamentarios y edito­riales periodísticos, los seguidores de Batlle se llamaron a sí mismos "reformistas" o "reformadores", pretendiendo expresar con ello la esencia misma de su nueva fe: el uso del aparato estatal para la promoción de una economía que nos tornara "independientes", de una sociedad que fuera "justa", de una cultura científica que nos liberara de la "esclavitud de la ignorancia", todo ello dentro del respeto por el "estado de derecho" y sus reglas de juego, lo que impedía el recurso a la violencia revolucionaria y a la vez identificaba al reformismo con la defensa de los derechos individuales, herencia que la mayoría de sus dirigentes podría olvidar por haberse formado al calor de la lucha contra el santismo.

3 - El hecho de usar el término "reformismo" les permi­te ubicar al batllismo como uno más de las muchas corrien­tes políticas europeas y americanas que buscaron en las primeras décadas del siglo XX eliminar las aristas más crudas del "capitalismo salvaje":

-Gran Bretaña: Partido Liberal- postulados de Lloyd George (1906-1914).
-Francia: la "República Radical" y su anticlericalismo (1899-1920).
-EE.UU.: "progresismo" de Teodoro Roosevelt (1901-1909).
-"misión moral" de Woodrow Wilson (1913-1921)
-Argentina: el radicalismo de Hipólito Yrigoyen (1916-1930).   
-Uruguay: reformismo de José Batlle y Ordóñez (1903-1916).[1] 


Del análisis expuesto no compartimos el punto uno, donde se manifiesta que no había una organización política, no debemos de olvidar la prédica que realiza Batlle desde fines del siglo pasado por lograr la organización del Partido Colorado, simplemente recordemos algunos aspectos del Capítulo 1, o artículos como:

Partido políticos. Trabajos de organización. 14 de abril de 1892.
Organización del Partido Colorado. 7 de mayo de 1892.
Clubes seccionales. 10 de mayo de 1892.
Fines de la organización. 11 de mayo de 1892.
La acción de los clubes seccionales. 14 de mayo de 1892.
La organización seccional. 23 de mayo de 1892.
Los clubes seccionales. 7 de diciembre de 1892.
La organización de los partidos. 27 de enero de 1893.
Organización de los clubes seccionales. Comisión Direc­tiva de Delegados. 1º de marzo de 1893.
Nombramiento de los delegados. 2 de marzo de 1893.
La asamblea de delegados. 6 de marzo de 1893.
Organización del Partido Colorado. 18 de marzo de 1893.
La organización de los partidos. 18 de diciembre de 1894.
Lo esencial es organizarse. 24 de diciembre de 1894.
Organización de los partidos. 23 de mayo de 1895.
Acción permanente  de los partidos. 27 de mayo de 1895.
Organización necesaria. 25 de diciembre de 1895.
Organización del Partido Colorado. 2 de marzo de 1896.
Organización colorada. 24 de mayo de 1899.
Organización colorada. La iniciativa de la juventud. La Comisión Nacional. 17 de junio de 1899.
La organización del Partido Colorado y la política gubernamental. 4 de julio de 1899.
Reorganización. 6 de julio de 1899.
El Partido Colorado. Su unificación. 11 de julio de 1899.
Unidad superior del Partido Colorado. Organización por fracciones. 19 de febrero de 1900.
Escuelas ciudadanas. ¿Qué hacen los colorados de Monte­video? 21 de julio de 1900.
La unificación colorada y el gobierno de partido. 19 de febrero de 1901.

Podrá decirse que todos estos artículos son anteriores a que Batlle sea Presidente, pero debemos recordar que antes de ello ya manifestaba la idea del gobierno de parti­do, y que para poder lleva adelante tal propuesta debía de contar con la existencia del mismo. Por otra parte todos los miembros del Partido Colorado votaron unánimemente su elección.

Ya en los primeros meses de ser electo Presidente, El Día continuaba su prédica de organización, destacándose Setembrino E. Pereda, Ramón B. Negro, José Enrique Rodó, estableciendo este último: "Porque creo, como el señor Pereda, que el Partido Colorado cuenta en sus filas la mayoría de los ciudadanos y tiene a su favor el concurso y la opinión de las clases interesadas en evitar al país el trastorno de su eliminación del poder, es por lo que no temo para mi partido se una y organize medianamente para ello".[2] Otros artículos sobre el tema son:

La unificación colorada. 29 de julio de 1903.
La reorganización colorada. 10 de agosto de 1903.
Por buen camino. 2 de setiembre de 1903.
Un poco más de principios y menos de interés partida­rio. 3 de setiembre de 1903.

La anhelada unificación se concreta: "Los trabajos de unificación del Partido Colorado, que se habían reanudado con plausible energía, han obtenido un resultado feliz. La unificación puede darse ya por concluida...

La unificación tenía que venir, pasando por arriba de las suspicacias personales. La imponía hasta el propio instinto de conservación de nuestra colectividad; la exigía el país como medio de afirmar sin perturbaciones los sóli­dos progresos de todo orden de la situación presente...

Es seguro de todas partes del país la nueva será reci­bida con entusiasmo, y estimulará sugestivamente los más decididos anhelos partidarios. Día a día llegaban noticias del interior dando cuenta de la impaciente expectativa con que los colorados de todos los departamentos, aguardaban el desenlace de la gestión unificadora. La unión faltaba precisamente en la capital, y una vez realizada aquí, podemos contar con que todos los colorados de la República, como un solo haz de voluntades concurrentes, pondrán armó­nicamente todos sus esfuerzos al servicio del triunfo de la aspiración común.

La lucha comicial del año próximo se impone como solu­ción imprescindible, definitiva, legal, de la estabilidad convencional del presente, y más debe imponerse desde que las agrupaciones políticas, pueden colocarse en aptitud de organizar efectivamente las fuerzas sufragantes...

Para asegurar las ventajas obtenidas con la unificación reciente, para no provocar el choque de las pasiones, de las susceptibilidades que puedan desquiciar la fuerza creada e inutilizarla, es menester sobre todo que en ade­lante se observe un profundo respeto por la legalidad y el orden en el desarrollo de los sucesos partidarios.

Precisamente se ha hecho ascender a 500 el número de miembros de la futura Comisión Nacional Colorada, dándole así el carácter de una gran asamblea, para que en ella quepan todas las tendencias de las diversas fracciones, concurrentes...".[3]

Dentro de esta organización juegan un papel importante los clubes seccionales: "...dispondrán de un plazo para llevar su tarea primordial, que es preparar para el período de inscripción próximo, que alcanza a un mes solamente, pues es sabido que en el año venidero los registros cívicos se abrirán en el mes de Febrero. Quiere decir, que previa­mente a dicha apertura vendrán a disponer nada más que el mes de Enero, para la obtención de certificados parroquia­les y de registro civil, para la tramitación de las infor­maciones supletorias, y para llenar en una palabra todos los detalles engorrosos y complejos que requiere la prepa­ración de toda lucha cívica".[4]

La Convención Nacional Colorada reunida el 2 de abril de 1907 establecía:

"1º- Solicitar de la H. Asamblea General la reforma de la Constitución. Dicha reforma tendrá por objeto:
a) El establecimiento del sufragio universal.
b) La aplicación del sistema de elección de presidente de la República por el voto popular, directo e indirecto.
c) La incorporación del sistema de la representación proporcional para constituir el Cuerpo Legislativo y las corporaciones municipales y electorales, una vez que se lleve a cabo el censo de la República.
d) La implantación del régimen municipal autónomo.
e) La inclusión en la declaración de derechos indivi­duales, de los derechos de reunión y de asociación.
f) La separación de la Iglesia y el Estado. Esta base fue aprobada por unanimidad.
2º- Recomendar a los legisladores colorados la sanción de leyes orgánicas:
a) Para facilitar la naturalización de los extranjeros.
b) Para realizar la reforma de nuestra legislación tributaria, en el sentido de aminorar en lo posible los gravámenes que pesan sobre los artículos de primera necesi­dad.
c) Para resolver los problemas sociales y las relacio­nes del capital y el trabajo, dentro de los límites de la justicia, del derecho y la libertad".[5]

La denominación Batllista surge en momentos que dentro del Partido Colorado comienzan a escindirse los grupos que no compartían alguna de las ideas de Batlle.

Veamos ahora una definición sobre reformismo: "...Reformista es en cambio aquel movimiento que apunta a mejorar y perfeccionar tal vez radicalmente, pero no a destruir el ordenamiento existente, porque considera valo­res absolutos de civilización los principios sobre los que se basa; por muy numerosas y ásperas que pueden ser las críticas por él formuladas, en particulares situaciones, al concreto modo de traducir en práctica dichos principios. Y es por esto, por lo que  en su seno naturalmente predominan los sustentadores de la vía gradual y pacífica, en cuanto que la violencia podría comprometer justamente los valores de fondo...

¿Qué valores? ¿Qué principios? La libertad individual, la democracia y el bienestar para todos. No se puede negar el vínculo existente entre estos valores y el advenimiento de la sociedad burguesa capitalista...



En cuanto al sistema político el reformismo no tiene dudas: la democracia liberal es fortificada y extendida. Acerca del ordenamiento económico capitalista la posición del reformismo se modifica en cambio con el tiempo, pasando de la idea de un trastorno radical, ostensible sin embargo siempre con el método democrático y gradual, a la convic­ción de que hay suficientes medidas que regulan sus meca­nismos, en vista de un funcionamiento más fácil y de una distribución cada vez más equitativa de los beneficios. Esta transformación es consecuencia de los mismos éxitos del reformismo, los cuales demuestran cómo la enorme des­igualdad, con sus consecuencias de atroces calamidades sociales, que caracterizó la primera industrialización, debía ligarse más a las dificultades del despegue que a una exigencia inmodificable del sistema de la iniciativa priva­da.

Los reformistas opinan ... que deben concurrir a la eficiencia económica del sistema, porque sólo una produc­ción en continuo aumento crea los medios para el mejora­miento constante del nivel de vida de las masas, condición necesaria a su vez para permitir al pueblo la participación efectiva en la vida democrática, y para llegar a través de la democracia, si no surgen dificultades inherentes a la propia naturaleza humana, al único socialismo que tiene un sentido, aquél realizado por las masas y para las masas, es decir el de la socialización de las libertades y del auto­gobierno, en un tiempo privilegiado de pocos".[6]

El batllismo tiene aspectos de esta definición, pero también posee rasgos de los otros movimientos, por eso entendemos que al Batllismo no lo podemos encasillar en una sola visión: él es la suma de ciertos elementos de todos,  en el Uruguay de principios de siglo marcando una forma de ser.




[1] Barrán, José Pedro - Nahum, Benjamín- Batlle, los estancieros y el Imperio Británico. Tomo II. Un diálogo difícil 1903-1910. Montevideo. 1985.
[2] El Partido Colorado. Su estabilidad en el poder. El Día. Mayo, 6 de 1903.
[3] La unificación hecha. El Día. Setiembre, 9 de 1903.
[4] Organización seccional. El Día. Diciembre, 4 de 1903.
[5] La Convención N. Colorada. La reunión de anoche. El Día. Abril, 3 de 1907.
[6] Bobbio, Norberto- Op. cit. Diccionario... págs. 1358-1359.

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